Hidrofugante para fachadas: qué es y cómo funciona

El agua es uno de los principales agentes que pueden ocasionar desperfectos en una construcción. Entre otros, provoca humedades, condensaciones interiores, aparición de plagas… Por todo ello, la correcta impermeabilización de un edificio es necesaria para mitigar todos estos problemas. Un hidrofugante para fachadas puede solucionar muchas de las patologías que afectan a las fachadas de una vivienda o edificio, por eso es importante saber qué es, sus tipos y cómo funciona.

Qué es un hidrofugante para fachadas y cómo funciona

La fachada de un edificio, junto con la cubierta del mismo, constituyen su envolvente exterior. Esta es la primera barrera que debe proteger contra los agentes meteorológicos adversos, para que exista esa barrera, es necesario que tenga ciertas propiedades como la impermeabilidad, es decir, la capacidad de retención frente al agua para evitar los efectos de humedades y condensaciones en el interior de las edificaciones.

Y es que, las humedades en las construcciones, además de ser antiestéticas, insalubres y tremendamente molestas, pueden provocar serios problemas en la estructura y armazón de un edificio. Para evitar todo esto, es necesario proteger todos aquellos elementos que están en contacto con el exterior con sustancias que permitan una correcta impermeabilización.

Y esto es precisamente para lo que sirve un hidrofugante para fachadas. Para entender lo que hace, es preciso señalar su definición técnica: un hidrofugante es una sustancia que se introduce en un elemento al objeto de hidrolizarse bajo condiciones de humedad. Su concentración y condensación implica una formación de grupos hidrorrepelentes, que impiden un paso de agua producido por capilaridad y evitar, de esta forma, los posibles daños por agua en la estructura de un edificio.

hidrofugante para fachadas

Definido de otra manera: un hidrofugante para fachadas aumenta la resistencia de un material ante el agua y la humedad, lo que evita que el agua procedente del exterior se filtre a través de los poros, pero que permita la evaporación del vapor de agua.

Los hidrofugantes son líquidos inorgánicos que se pueden aplicar directamente sobre la superficie a tratar o agregar al agua de amasado, necesaria para la fabricación de morteros y hormigones, aportando menor capilaridad y porosidad. Son extremadamente utilizados en todo tipo de fachadas y en impermeabilización de cubiertas.

Además, presenta numerosos campos de aplicación diferentes como pueden ser cualquier tipo de superficies exteriores, paredes de yeso o ladrillo, todo tipo de hormigones y morteros, y en general, en cualquier paramento donde sea necesaria promover su adherencia, regular su absorción o endurecer sus superficies porosas.

Ventajas de los hidrofugantes

Ya hemos comentado que la principal característica de un hidrofugante para fachadas es la impermeabilización. Por eso, conlleva las siguientes ventajas que deben tenerse en cuenta a la hora de aplicarlos:

  • Eliminación de las posibles de humedades y condensaciones, con los efectos negativos que conllevan en los edificios.
  • Evitan la hinchazón en aquellos materiales compuestos por aglomerados.
  • Evitan las numerosas manchas que pueden producirse por las eflorescencias salinas.
  • Al permitir la inalterabilidad de los revestimientos, conservan las condiciones aislantes de forma efectiva.
  • Impiden la corrosión en aceros y armaduras.
  • Permiten un mejor mantenimiento de los revestimientos, ya que impide los posibles daños producidos por el agua.
  • Aumenta la longevidad de los revestimientos y disminuye su deterioro con el tiempo.

Tipos de hidrofugantes para fachadas

  • Pulverizables: Usados para la mayoría de los materiales, a excepción de los metales. Pueden ser ecológicos, a base de agua o contener diferentes disolventes. Son totalmente transpirables, no forman ningún tipo de película, siendo inapreciables ante el ojo humano.
  • Coloreados para tejados: Aplicados con rodillo, brocha o pistola. Impermeabilizan permitiendo que los materiales de la cubierta transpiren y evitan la aparición de musgos, líquenes o cualquier tipo de hierbas en los tejados. Impiden durante mucho tiempo realizarse la pregunta «¿cuánto cuesta arreglar un tejado?«
  • Nano-fotocatalíticos: Están compuestos por partículas de dióxido de titanio que reaccionan con la luz solar y descomponen la suciedad que se encuentra en las superficies para que después se autolimpien, aprovechando la acción de las lluvias. Resulta idóneo para aplicar en fachadas (así como tejados u otras superficies) situadas en lugares con bastante contaminación atmosférica.
  • Para mortero: Perfectos para reformas y obra nueva. De acuerdo a esto, pueden distinguirse dos tipos:
    • Impermeabilizantes anti-sales: Usados en aquellos sitios donde ya existan humedades. Con su aplicación, se crea una barrera impermeable, pudiendo realizarse a continuación un enlucido tradicional sin que se dañe a largo plazo.
    • Morteros acrílicos: Perfectos para recubrimientos antihumedades en repaso de juntas y grietas, aportando una gran estética, durabilidad y resistencia.
  • Con barrera química: Suministrados en forma de barniz o geles, muy indicados para piedra, ladrillo visto, plaquetas, baldosas, etc. Muy usados en fachadas, sótanos y garajes y en general, en aquellos sitios donde se prevea una capilaridad.

Los hidrofugantes para fachadas son una de las soluciones más utilizadas en todo tipo de revestimientos para impermeabilizar y, evitar de esta forma, todos los posibles daños estructurales que pueden causar las humedades. Gracias a este tipo de disoluciones químicas, reforzaremos las propiedades de los paramentos, aumentando de esta forma, sus propiedades estancas y aislantes frente al agua y a los efectos climatológicos adversos.

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