La cubierta de grava es un elemento constructivo que sirve para proteger y aislar una edificación. Su principal función es impedir que el agua entre en un inmueble y garantizar la estanqueidad. Este tipo de alternativa reúne una serie de características constructivas que se diferencian del resto. De hecho, hay que tener un especial cuidado con la sobrecarga y el peso.
La impermeabilización es uno de los aspectos más importantes en este tipo de recubrimiento, por lo que hay que buscar soluciones específicas y funcionales. Asimismo, la resistencia cumple un papel destacado, puesto que la cubierta tiene que tener la capacidad de soportar su peso, el de las personas que la transitan y el propio viento. Por este motivo, al estudiar este elemento tienen que evaluarse las sobrecargas y los elementos que intervienen.
Tipos de cubiertas y cómo están construidas
En la arquitectura, se distinguen varios tipos de cubiertas en función de una serie de factores, como su estructura y los materiales que se emplean. Las ventajas son múltiples, sin embargo, la finalidad principal es la protección y mejorar la apariencia estética. No obstante, el aislamiento térmico y acústico cumplen un papel protagonista en los últimos años, por dicha razón, se buscan soluciones más eficientes.
Principalmente, las cubiertas se fabrican con varios tipos de materiales, entre los que cabe destacar el zinc, fibrocemento, chapas de acero galvanizado o grava, entre otras posibilidades. A continuación, te explicamos con qué opciones nos podemos encontrar y cuáles son sus características
Cubiertas inclinadas
Estas cubiertas suelen tener una pendiente superior al 10 %. La estructura se compone por una serie de planos inclinados, que se denominan «faldones», cuyo propósito es optimizar la energía.
Los materiales que se emplean para este tipo de tejados son la paja, chillas, madera y diferentes tipos de tejas de cubierta según las necesidades del lugar.
Cubiertas planas
Estas cubiertas tienen un 3 % de pendiente para evacuar el agua de la lluvia; en esta ocasión, tenemos que hablar de varias opciones disponibles. En esta subdivisión ofrecemos una relación con las propuestas más habituales:
- Cubiertas planas invertidas. Esta superficie se distingue por la formación de la pendiente, su capacidad de resistencia y nivel de impermeabilización. Por este motivo, se suelen emplear piedras o metales.
- Cubiertas transitables. En esta ocasión, nos referimos a azoteas, normalmente rodeadas por balaustradas, que favorecen el tránsito. El material más utilizado suele ser la arcilla para evitar la filtración del agua.
- Cubiertas inundadas. Este elemento de construcción es muy recomendable en aquellos lugares donde la temperatura cambia mucho del día a la noche.
- Curvas verdes. Finalmente, tenemos las superficies que incluyen las plantas, como elemento decorativo para regular el proceso de oxidación. Es un recurso que suele emplearse para reducir las emisiones contaminantes.
La mejor solución para las cubiertas planas no transitables es la grava. Este material sirve de aislante para evitar que el viento no dañe la estructura o recubrimiento interno. De esta forma, se pretende una mayor protección para este tipo de tejado.
¿Qué defectos suelen aparecer en las cubiertas de la vivienda?
El correcto mantenimiento de las cubiertas es clave para evitar su deterioro y reparación. Sin embargo, con el paso del tiempo, es muy normal que aparezcan problemas y una serie de patologías. Existen varios defectos que pueden aparecer en todas las cubiertas, por dicho motivo, hay que buscar la solución de impermeabilización adecuada. Entre los defectos más comunes, nos encontramos:
- Humedades. Hay que detectar el tipo de humedad existente, puesto que podría ocasionar una serie de daños estructurales, sobre todo, si se trata de la madera. Es decir, las humedades pueden ser por condensación, capilaridad y filtración.
- Goteras. Este factor puede dañar estas estructuras e incluso desplazar las tejas y desprenderlas. Si no se tiene el suficiente cuidado, se podría ocasionar un accidente.
- Obstrucciones en las canalizaciones. Está demostrado que instalar rejillas en el canalón es de gran utilidad para que los residuos u hojas circulen a través de estos respiradores.
Cómo impermeabilizar la cubierta de grava
Tal como hemos indicado, la impermeabilización de la cubierta es fundamental para garantizar la máxima protección a estas edificaciones. Sin embargo, nos vamos a centrar en el uso de la grava. Tanto si la azotea es plana o inclinada, transitable o no, hay que instalar el material conveniente.
- En primer lugar, hay que identificar los puntos críticos por donde penetra el agua para centrarse en el fondo del problema.
- Como la cubierta ya tiene grava, lo conveniente es desplazarla para poder trabajar cómodamente. Se volverá a colocar cuando finaliza la intervención.
- Se utilizarán láminas asfálticas autoprotegidas para la impermeabilización por su fácil aplicación y excelentes características.
- Hay que prestar especial atención al sellado de las juntas, puesto que es la parte más compleja de realizar.
- Para finalizar, se recomienda utilizar abundante agua para comprobar si hay filtraciones o hay que reforzar los puntos más críticos.
Esperamos que esta información sea de utilidad para descubrir si te conviene la cubierta de grava u otra opción. En caso de dudas sobre este tipo de actuaciones, ponte en contacto con nuestra empresa para buscar la mejor solución.
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