Cómo reparar una fachada de ladrillo

Humedades, corrosión, grietas, suciedad, musgo… Saber cómo reparar una fachada de ladrillo te ayudará a mantener los exteriores de tu edificio en perfecto estado. Al fin y al cabo, de ello depende su adecuada conservación, no sólo a nivel estético sino también funcional.

El ladrillo visto es uno de los tipos de revestimientos para paredes exteriores más utilizados a nivel mundial. Sus propiedades aislantes, su precio asequible y su escaso mantenimiento son las principales causas de ello. Además, no podemos olvidar la gran belleza que aporta a las fachadas de edificios tanto clásicos como modernos.

¿Cómo reparar una fachada de ladrillo?

Desde inclemencias meteorológicas hasta actos vandálicos, lo cierto es que las fachadas de ladrillo visto están sometidas a constantes agresiones externas. Afortunadamente, se trata de uno de los recubrimientos exteriores más duraderos que podemos emplear, aunque no podemos descuidar por completo su mantenimiento. ¡Toma nota de nuestras recomendaciones y empieza a restaurar los exteriores de tu edificio como todo un profesional!

¿Cómo reparar una fachada de ladrillo visto dañada por la humedad?

Ya sea por una excesiva exposición al agua, por simple desgaste o por malas calidades, las humedades son uno de los mayores enemigos de las fachadas de ladrillo visto. Este tipo de problemas pueden ser ocasionados por condensación, capilaridad o filtración. Desde luego, de no remediarlos a tiempo, darán lugar a patologías como la aparición de eflorescencias, meteorización del ladrillo, erosión y pérdida del mortero de llagueado e insalubridad en el interior de las viviendas.

  • Cuando se trata de una fachada protegida en un edificio histórico es necesario reemplazar cada uno de los ladrillos dañados por otros nuevos de apariencia semejante. También es conveniente repasar las juntas para prevenir la acumulación de agua, realizando un llagueado y prevenir el desgaste mediante un tratamiento consolidante e hidrófugo.
  • La reposición pieza a pieza también resulta procedente en edificios no protegidos, cuando las humedades están focalizadas en pequeñas áreas de la fachada o no deseamos variar la estética de la misma. No obstante, se trata de una solución temporal que no ataca el origen del problema, cuando éste sea el insuficiente aislamiento térmico.
  • Si hablamos de cómo reparar una fachada de ladrillo que presenta daños por humedad generalizados, aparte de sustituir el ladrillo lo más indicado es aplicar revestimientos impermeables, así como aislamientos exteriores. Estos pueden ser barnces hidrofugantes de base acrílica o realizados con compuestos de organosilicio, que, aparte de impermeabilizar, consolidan la superficie respetando al máximo el material.

Cómo reparar una fachada de ladrillo

Es importante aclarar que los productos hidrófugos deben ser aplicados correctamente, ya que su mal uso puede agravar el problema. Hay muchas clases de hidrofugantes y se requiere una importante preparación previa de la superficie a tratar, por tanto, es sumamente recomendable que tanto su elección como su aplicación sean llevadas a cabo por parte de un especialista. Asimismo, debemos considerar que este remedio no sirve para tratar las humedades de condensación por choque térmico ni por capilaridad procedentes del suelo.

¿Cómo restaurar una fachada de ladrillo sucia o envejecida?

Grafitis, cal, sales y suciedad son las manchas más frecuentes que afean los revestimientos de ladrillo visto. Quizás pienses que la porosidad de este material hace imposible la eliminación de las mismas, pero, en realidad, es posible dejar tu fachada como nueva. Todo es cuestión de aplicar la técnica de limpieza adecuada.

Una buena limpieza siempre incluye un previo cepillado de la superficie con la ayuda de un cepillo de raíz ó de púas metálicas y el posterior uso de una limpiadora a presión. Sin embargo, es muy posible que nos enfrentemos a manchas particularmente difíciles de quitar.

  1. Musgo y moho: lejía diluida en agua con un cepillo de cerdas duras.
  2. Salitre, cal y manchas de cemento: producto químico desincrustante específico para cada tipo de mancha. (quitacementos, antical, antisalitre)
  3. Hollín (fachadas ennegrecidas o quemadas): productos alcalinos (por ejemplo, desengrasante)
  4. Eflorescencias y manchas de óxido: mezcla a base de 1 parte de ácido muriático, también llamado agua fuerte o salfumán por 15 partes de agua.
  5. Grafitis: su correcta eliminación requiere identificar el tipo de ladrillo y la clase de pintura que se ha empleado. En función de este diagnóstico, usaremos productos decapantes, agua a alta presión o incluso máquinas para chorrear, abrasivos y arenar, en caso necesario.

En cualquier caso, tras aplicar estas soluciones, volveremos a cepillar la superficie con un cepillo de dureza media. Seguidamente, aclararemos la fachada con agua caliente a presión.

Sin embargo, si nos enfrentamos a manchas muy complejas o a tratar éstas en edificios históricos, lo más recomendable es acudir a una empresa especializada en limpieza y tratamiento de este tipo de fachadas.

¿Cómo reparar una fachada de ladrillo agrietada?

Existen muchos factores que pueden ocasionar grietas y fisuras en las fachadas de ladrillo. Es importante aclarar que, si este tipo de daños se deben a problemas estructurales del edificio, de nada servirá la restauración de este tipo de revestimiento.

Cuando nos planteamos cómo reparar una fachada de ladrillo agrietada, lo primero que debemos hacer es acudir a un técnico especialista para diagnosticar la causa que ha provocado la fisura. Ello nos permitirá descartar problemas estructurales y escoger la técnica de restauración más apropiada:

  • Para arreglar grietas pequeñas o superficiales, las podemos sellar con siliconas ó masillas. La mejor forma de que este relleno no desentone con el resto de la fachada es utilizar sellador sintético de un color semejante al ladrillo. También podemos añadir un poco de polvo de ladrillo antes de inyectar silicona transparente. Esta solución no es recomendable para tratar elementos ornamentales como en el caso de frontispicios antiguos o de estilo rústico.
  • Para reparar grietas grandes o profundas podremos emplear un tipo de mortero específico pre-dosificado o realizarlo a base de agua, cal, arena y colorante, previo a su aplicado debemos de tratar la superficie correctamente mediante una limpieza profunda de la fisura para eliminar cualquier resto y mejorar la adherencia, con un cepillo de alambres. Si la hendidura fuera especialmente profunda, tendremos que extender el mortero en sucesivas capas.
  • En el caso de que el ladrillo esté agrietado, desgastado o incluso roto, procederemos a su sustitución. Para dejarlo suelto y extraerlo sin problemas, picaremos el mortero de llagueado que lo rodea. Seguidamente, limpiaremos la superficie resultante y, tras aplicar un nuevo mortero de rejuntado, encajaremos la pieza de reemplazo.

La mayoría de piezas no se pueden sustituir enteras, por lo que debemos de colocar sólo la parte vista del mismo, o sea cortar el ladrillo como si fuera una galleta y colocarlo. Una vez terminado, fraguado y seco, limpiaremos la superficie.

Estamos seguros de que, tras leer este artículo, te habrá quedado meridianamente claro cómo reparar una fachada de ladrillo. No dejes de poner en práctica nuestros consejos para mejorar el aspecto y aumentar la durabilidad de este revestimiento exterior de forma muy sencilla y asequible. ¡Son justo lo que necesitas para sacarle el máximo partido a este tipo de fachadas!

Si necesitas la ayuda de una empresa especialista, no dudes en contactar con REALIDER para resolver cualquier duda sobre la reparación y rehabilitación de fachadas de ladrillo, somos especialistas en su diagnóstico, tratamiento y restauración.

 

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