Si quieres saber cómo impermeabilizar tu terraza sin obras, de forma simple y cómoda, en Realíder vamos a recomendarte uno de los métodos más empleados y con una mano de obra más sencilla, interesante, ¿verdad? Comenzamos.
¿En qué consiste la impermeabilización?
Los balcones, terrazas, cubiertas y azoteas son elementos muy susceptibles de provocar humedades en una edificación. Están muy expuestos a la climatología exterior y, acumulan agua de lluvia, por lo que es fácil que puedan producirse filtraciones y causar graves problemas en el interior, incluso llegando a dañar la estructura del inmueble. En estos casos, la reparación puede ser bastante costosa, por lo que evitarlas es fundamental.
En muchos de los casos, una de las soluciones más prácticas y menos invasivas para evitar este tipo de problemas es la Impermeabilización Superficial.
Impermeabilizar significa evitar que el agua pueda pasar a través de una superficie. Para ello, se colocan elementos hidrófugos para impedir la aparición de goteras o humedades dentro de un inmueble. La razón principal de impermeabilizar una terraza es la de mantener el edificio en el mejor estado posible, pero también para:
- Una impermeabilización correcta de terrazas contribuye a mejorar el bienestar de las personas que viven en el interior de una vivienda, ya que evita la aparición de hongos y plagas derivados de problemas de humedad.
- La aparición de fisuras o grietas pueden alterar las condiciones de temperatura interior de una vivienda. Esto se traduce en una pérdida de eficiencia energética y causa mayores gastos en los recibos energéticos debido a que es necesaria una utilización mayor de los aparatos de climatización.
- Una impermeabilización correcta de terrazas impedirá el deterioro progresivo producido por la aparición de goteras o de otros desperfectos en la estructura o en la cimentación de un edificio. Evitará males mayores y, con ello, los gastos desproporcionados que pueden conllevar solucionar problemas de mayor envergadura.
La impermeabilización de terrazas puede ejecutarse sobre la superficie o debajo de ésta, es decir con obras de demolición y reconstrucción o sin obras. Un ejemplo de las primeras lo tenemos en otro artículo de nuestro blog denominado «tipos de telas asfálticas«.
Hay que definir correctamente el método a utilizar, que dependerá de varios factores, tipo de cubierta, tipo de solados, afectación de las humedades, estado de la superficie a tartar, existencia de sumideros o desagües, etc. Cabe la posibilidad de realizarlo sin obras, siempre y cuando la superficie a tratar nos lo permita, mediante el empleo de sistemas aplicados por encima de la superficie, es decir sobre el propio solado de baldosas o similar, como es la utilización del poliuretano líquido, el clorocaucho o la colocación de una membrana tipo asfáltica.
Si quieres saber cómo impermeabilizar una terraza correctamente sin obras de forma fácil y simple, a continuación, te contamos uno de los métodos más baratos y efectivos.
¿Cómo preparar el suelo antes de impermeabilizarlo?
Ya hemos visto que hay numerosos métodos para impermeabilizar una terraza, pero si lo que interesa es realizarlo sin levantar el pavimento existente, recomendamos el siguiente, que se basa en la colocación de una membrana de poliuretano líquida. Veamos cómo hacerlo paso a paso.
Limpieza profunda de la superficie
El primer paso consiste en preparar la superficie a tratar antes de impermeabilizarla. Y para ello, debemos limpiarla a fondo. Debemos barrer la superficie con un cepillo y después utilizar una hidro limpiadora mediante agua a presión para eliminar cualquier residuo que pueda afectar negativamente al tratamiento, como la suciedad, el polvo, arena, musgo o restos de mortero.
En las terrazas cuya pendiente esté mal ejecutada, es frecuente la acumulación de agua por embolsamiento, que favorece la aparición de musgos o plantas. Para su eliminación recomendamos la aplicación de detergentes especiales y productos químicos no abrasivos, ya que sus raíces pueden provocar roturas y filtraciones con el tiempo, por mucho que impermeabilicemos la superficie de la terraza. Además, debemos de eliminar cualquier resto de aceites o siliconas que puedan comprometer la adherencia del producto, hasta dejar la superficie en condiciones óptimas.
Evitar humedades a futuro
Si sospechamos que tenemos humedades superficiales o capilaridades, debemos solucionarlo antes de saber cómo impermeabilizar una terraza. Para ello, una de las mejores soluciones es aplicar una barrera de vapor. Esta consiste en una imprimación que evita que las humedades puedan levantar el tratamiento en un futuro, además de que sirven para mejorar la adherencia del producto. Es aconsejable aplicar una barrera de vapor en algunos elementos como las juntas de las baldosas, hormigón os morteros. Es importante que el soporte sea firme, si las baldosas están fisuradas o sueltas, se deben sustituir o fijar antes de aplicar el tratamiento.
Aplicación de la primera capa de la membrana de poliuretano líquida
Una vez hecho lo anterior, ya estamos preparados para aplicar el elemento impermeabilizante. Aplicaremos SIEMPRE una capa de imprimación para promover y mejorar la adherencia del producto y a continuación la membrana líquida de poliuretano, esta es altamente impermeabilizante y produce un excelente sellado sobre la superficie de la terraza, lo que la protegerá de la humedad durante mucho tiempo.
Esta solución presenta la gran ventaja de poseer una gran resistencia ante las aguas de lluvia y, además, tiene una gran elasticidad, permitiendo dilataciones mayores a un 900 % con respecto a otras soluciones que podemos encontrar en el mercado. El poliuretano líquido se aplica extendiéndolo sobre el pavimento con una brocha o un rodillo, y se solidifica con el paso del tiempo.
Cuando hay grietas en el pavimento original, baldosas o baldosines donde hayamos observado dilataciones dispares o cuando la superficie a impermeabilizar supera los 40 metros cuadrados, es conveniente aplicar una malla de fibra de vidrio a medida que vamos aplicando la pintura. En estos casos, se procede a la colocación de la membrana de poliuretano sobre la malla, a medida que la vamos aplicando sobre el pavimento.
Remate de la impermeabilización
Para que el tratamiento de impermeabilización de la terraza sea consistente y duradero, es necesario aplicar, al menos, 2 o 3 capas del tratamiento, o incluso más, con densidades comprendidas entre los 1,5 l. y los 2 l. por metro cuadrado de superficie, dependiendo de si se ha colocado previamente la malla de fibra de vidrio.
El poliuretano se puede aplicar en colores de la carta del fabricante o puede ser transparente, en este caso se utiliza mucho en obras de rehabilitación de edificios protegidos, donde el solado tiene un valor histórico y no se puede reponer.
Como has podido observar, saber cómo impermeabilizar una terraza no es tan difícil y quizás puedas realizarlo tú mismo. En caso contrario, en Realíder, como expertos en impermeabilizaciones, nos ponemos enteramente a tu disposición a través de nuestra página de contacto. Estaremos encantados de resolver todas tus dudas y de ofrecerte un presupuesto sin compromiso.