Hoy en día, existe una mayor preocupación por la eficiencia energética de las edificaciones que décadas atrás, por lo que se buscan materiales y sistemas de construcción adecuados. Es interesante conocer los diferentes tipos de fachadas ventiladas que se pueden emplear en obra nueva o en reformas, para elegir una solución efectiva y respetuosa con el medio ambiente.
El buen cerramiento de la fachada es clave para garantizar el confort y la habitabilidad en una vivienda. En este caso, se trata de un método de construcción que utiliza una hoja interna, otra externa y una capa de aislamiento. Los principales beneficios son la calidad del acabado y las características térmicas.
¿Qué son las fachadas ventiladas?
Antes de profundizar en este aspecto, es conveniente saber que, si una fachada no se aísla adecuadamente, hay posibilidades de que se produzcan grandes pérdidas de energía. Por lo tanto, todas las opciones que favorezcan el ahorro y, a la vez, que garanticen el aislamiento térmico y acústico son muy acertadas.
La fachada ventilada, también conocida como «rainscreen cladding», es una idea de G.K. Garden. La mayor parte de los expertos en esta materia atribuyen al arquitecto canadiense esta iniciativa. De hecho, en el artículo «Rain Penetration and its Control», que fue publicado en el Canadian Building Digest, ya se habla de este sistema constructivo.
Tenemos que hacer mención a un sistema de construcción que emplea una hoja interior, que tiene la capacidad de actuar como soporte, una cámara de aire, un aislamiento y un acabado exterior, para permitir la ventilación. Cada uno de los elementos de esta estructura cumple su función, ya que el muro deberá ser el encargado de garantizar la estabilidad, mientras que la cámara de aire favorece la correcta circulación.
¿Qué tipos de fachadas ventiladas hay según el material?
A la hora de elegir este sistema de construcción, debemos saber que no solo hay un tipo de fachada ventilada. En función del material, la fijación de los paneles y el acabado, se pueden hacer diferentes clasificaciones. Por esta razón, es importante valorar los sistemas de instalación y otros elementos extras, entre otros aspectos.
Dependiendo del material que se escoja, el revestimiento será más sostenible, duradero y ofrecerá unas características u otras. A continuación, enumeramos algunas de las opciones posibles:
- Madera: es la alternativa más respetuosa con el medio ambiente y confiere una bonita estética.
- Composite: se fabrica a partir de diferentes maderas o resinas, y es una opción muy versátil y práctica.
- Cristal: favorece la iluminación interior y garantiza un diseño vanguardista.
- Piedra: disponible en diferentes opciones, como mármol, granito o pizarra, entre otras.
- Acabado cerámico: es un material incombustible que impide que se adhieran las partículas de polvo y no necesita mantenimiento.
- Metal: Es una buena elección para edificios públicos, residencias y colegios, ya que resiste muy bien las temperaturas extremas del verano y el invierno.
- Hormigón prefabricado: Las placas de hormigón prefabricado son perfectas para edificios situados cerca del litoral.
Ventajas de las fachadas ventiladas
A la hora de plantear la reconstrucción de fachadas, es recomendable contar con profesionales, como nuestro equipo en Realíder, empresa referente en este sector. Lo más aconsejable es que nuestros técnicos realicen una valoración inicial para determinar qué tipo de fachada ventilada es la más apropiada. A continuación, enumeramos algunas de las ventajas de usar este recurso:
• Alarga la vida de la fachada: La fachada ventilada tiene mayor vida útil debido a la ventilación permanente de la cámara de aire. Esto favorece la durabilidad de los materiales y el revestimiento exterior de las paredes y fachadas.
• Mejora el aislamiento térmico y acústico: Esta fachada confiere mayor aislamiento acústico y térmico, reduciendo el ruido y el nivel de estrés o cansancio.
• Mayor estabilidad: La cámara de aire cumple un papel importante al garantizar la estabilidad de la edificación, evitando la aparición de grietas y fisuras.
• Mayor eficiencia energética: Esta alternativa favorece el ahorro energético, reduciendo las facturas en un 30% al 40%.
• Evita filtraciones de agua: Las fachadas ventiladas reducen la humedad y la condensación, minimizando las filtraciones de agua entre las juntas de los paneles.
• Aumenta el valor de la edificación: Esta inversión es rentable al garantizar mayor eficiencia energética y bajo costo en el mantenimiento, lo que aumenta el valor y atractivo de la construcción.
En caso de dudas, contáctanos para recibir asesoramiento y la mejor solución constructiva. Existen distintos tipos de fachadas ventiladas, por lo que se buscará la mejor opción en función de las necesidades del edificio, su estado actual y la composición de la fachada. Además, es importante regirse por la normativa vigente y el Código Técnico de la Edificación (CTE).