Si nos preguntamos qué es el recercado solo tendremos que caminar fijándonos en las fachadas de los edificios de nuestras ciudades, en las cuales no tardaremos mucho tiempo en localizar unos marcos alrededor de puertas y ventanas.
Estos marcos, que pueden ser de piedra natural o artificial, se colocan principalmente por motivos decorativos con el fin de ornamentar las fachadas, pero también sirven a la hora de mejorar el aislamiento.
Tipos de recercado para ventanas y puertas
Existen varios tipos de recercado, los cuales elegiremos en función de nuestros gustos y de la estética del edificio, pues, aunque es cierto que estos elementos destacan sobre una fachada, no pueden hacerlo de tal modo que desentonen con el resto de sus elementos.
Recercado de ventana moldurado
Uno de los más comunes es el moldurado, pues es el que aporta una mejor estética y puede ser tanto curvo como recto.
Se componen de dos jambas, que son cada una de las partes que se colocan en los laterales de la ventana; el capialzado, que cubre el marco por la zona superior y se une con las jambas; y el vierteaguas, que es la pieza que va en la parte inferior y que ayuda a evacuar el agua de lluvia.
Recercado de puerta moldurado
Tiene los mismos componentes que en el caso anterior, solo que aquí se suele emplear una pieza llamada balcón en la parte inferior, que se fija con una varilla.
Recercado de ventana y puerta modelo clave
Cuando queremos un diseño más llamativo y complicado, podemos optar por un recercado con clave, que añade lo que se conoce como “clave”, un elemento que corona la parte superior de un arco, pues este tipo de recercado tiene estas curvas que lo alejan del anterior.
Recercado de ventana liso
Ahora se está imponiendo por su elegancia y discreción. Es muy parecido al moldurado, pero con los elementos lisos, más sencillos y armoniosos para las fachadas más minimalistas.
Recercado ventanas en piedra artificial
Los recercados se pueden hacer con piedra natural o artificial y, de hecho, se prefieren estos últimos, ya que tienen una serie de ventajas que en la mayoría de las ocasiones los hacen preferibles.
Pesan mucho menos que los de piedra natural, de manera que son mucho mejores en el caso de algunas fachadas que pueden no estar en las mejores condiciones estructurales para su colocación
La piedra artificial también es mucho más económica, lo que se hace notar en el presupuesto final si hay que poner muchos recercados, así que el cliente suele optar por ella cuando se le ofrece la posibilidad.
Además, la piedra artificial se trabaja mejor, lo que facilita hacer molduras de muy diversas formas, y con una gama de colores más amplia, ya que es un producto fabricado a medida y no una pieza natural y con cuyo color no se puede hacer más que aceptarlo.
Cómo construir los recercados de las ventanas
Lo mejor es que te pongas en contacto con nosotros con el fin de que nos encarguemos de todo, ya que es un trabajo que deben hacer profesionales con experiencia. Pero si te animas a hacerlo tú mismo, estos son los pasos:
La fabricación del molde es el proceso más complicado
El primer paso con la idea de crear nuestros propios recercados de ventana es realizar un molde para las piezas que vamos a colocar. Se pueden construir con varios materiales, pero la escayola o el poliuretano son algunas de las mejores alternativas, fáciles de conseguir y económicas.
Habrá que hacer mediciones precisas, en especial a la hora de que quede a escuadra, para que nos salgan piezas rectas que luego podamos unir sin ningún tipo de problema.
Con el molde ya hecho hay que mezclar el mortero
Este mortero se hace con cemento, que puede ser blanco, y se mezcla con arena o con un producto llamado cero, un árido similar a la arena, pero que es mucho mejor a la hora de construir los recercados.
La proporción es de una parte de cemento con tres de cero de un calibre grueso, como el número tres. Así se consigue una pasta líquida que se adapta mejor al molde y se autonivela sin que tengamos que hacer nada.
El llenado del molde es el paso más importante
Debemos llenar el molde de cierta forma y vertiendo la mezcla por capas, pero de una manera continua, ayudándonos de un paletín para extender el mortero hacia las paredes del molde. La primera capa va más o menos hasta la mitad, para luego poner grava y amasar.
Una vez hecho esto se repite el proceso y se llega a la altura que queremos que tenga la pieza del recercado.
Aquí es donde vamos a poder hacer molduras, por ejemplo, metiendo palos cilíndricos o rectos en la base del molde, de manera que una vez que el mortero se seque quedará la impronta en la pieza.
El hormigón no es un buen material para hacer las piezas
Viendo que hay que mezclar el mortero con grava, se puede pensar que lo mejor es emplear hormigón directamente, pero no es una buena idea porque el acabado no es el mismo. La pieza no será tan lisa, y lo peor es que nos pueden salir con oquedades que estropean el resultado final de nuestras piezas.
Los moldes de madera suelen absorber humedad, por lo que salen huecos en el hormigón y lo mismo ocurre si queremos hacer molduras, en donde las piedras gruesas de este material impedirán que nos salgan perfectas, además de que también contribuyen a la presencia de agujeros.
Es cierto que una pieza así se puede reparar, pero creemos que lo mejor es hacerla con cemento blanco tal y como hemos visto, de forma que una vez seca solo hay que pintarla y colocarla en su sitio.
Poner un recercado en una ventana o en una puerta siempre es una buena idea.
En el campo de la Rehabilitación de Edificios, que es donde principalmente actúa Realíder, nos encontramos muy a menudo con la tarea de restaurar fachadas y parte importante de esto son los recercados.
Es un trabajo arduo y minucioso, y su resultado dependerá tanto del estado en que se encuentren, como del material que estén realizados. Nosotros actuamos con mucha frecuencia en la ciudad de Madrid, donde existen multitud de edificios antiguos que están protegidos en mayor o menor grado. Estas fincas tienen muchos ornamentos, como recercados, balaustradas, molduras o cornisas, a los que hay que devolver tanto la forma como el color original, para realizar una óptima rehabilitación.
En la mayoría de los casos se necesitarán medios auxiliares, siendo los más utilizados los andamios o los descuelgues verticales para poder llevar a cabo los trabajos con seguridad.
Nuestra última fachada restaurada ha sido en la Puerta del Sol, 13 de Madrid, donde podrás ver el aspecto final de todos los recercados.
Si necesitas restaurar la fachada de tu comunidad, no dudes en contactar con Realíder, te asesoraremos para conseguir el mejor resultado.