Si bien los tejados de uralita, cuyo material es conocido técnicamente como fibrocemento, no son los más recomendados por los expertos para ejercer de cubierta de una casa o domicilio, su bajo coste en el mercado, y el hecho de que desempeñan correctamente la función que tienen encomendada, han sido las principales razones por las cuales se ha confiado en ellos durante décadas. No obstante, temporales invernales como Filomena y las altas temperaturas que se llegan a registrar en buena parte de la península durante la época estival ponen de manifiesto cada año que muestran importantes carencias en lo que al aislamiento se refiere. Pero ¿cómo aislar un tejado de uralita?.
Lo que a simple vista podría parecer un problema sin demasiada importancia, ha recobrado un gran protagonismo en la actualidad, los ciudadanos cada vez se muestran más comprometidos con el ahorro energético, debido al elevado precio de la luz y los combustibles fósiles, queda claro que el mantenimiento de tejados y su correcto aislamiento ha pasado a ser una necesidad.
Sigue leyendo para descubrir cómo aislar un tejado de uralita, así como cuáles son los peligros para la salud que trae consigo.
El amianto: un material que puede llegar a provocar la muerte
Si ya de por sí resulta cuando menos laborioso tener que pensar en las muchas opciones para el aislamiento de los tejados de uralita, el fibrocemento también trae consigo un grave peligro para la salud: el amianto o asbesto. Se trata de uno de los componentes de las placas de uralita y su principal peligro reside en las fibras microscópicas que contiene, las cuales son capaces de introducirse a través de las vías respiratorias y acumularse en los pulmones, provocando su inflamación y graves problemas respiratorios, e incluso cáncer de pulmón.
No obstante, no todo está perdido para quienes continúan manteniendo tejados de fibrocemento, pese a la prohibición de este material que existe en España desde hace dos décadas, a pesar de lo dicho anteriormente, los tejados de uralita sólo son peligrosos cuando esta se fractura o manipula, liberando así las fibras que contiene.
Cómo cubrir un techo de uralita
Con el fin de eliminar todos los inconvenientes que produce un tejado de uralita, apostar por un doblaje que imposibilite que el tejado continúe durante mucho más tiempo a merced de las inclemencias del tiempo es una buena opción, se trata de encapsular la cubierta mediante la colocación sobre la misma de los siguientes elementos:
- Una capa de lana de roca mineral, de no menos de 50 mm de espesor, colocada directamente sobre la cubierta de uralita, con el fin de aislarla térmicamente.
- Situada sobre la anterior, una membrana bituminosa de doble capa, autoprotegida, para impermeabilizar el conjunto.
Mediante este sistema conseguiremos, además, proteger el fibrocemento y evitar su desgaste y rotura, evitando que libere las fibras que contienen el amianto.
La última solución que te damos es la más extrema: sustituirlo por cualquier otro tejado que no requiera de constantes modificaciones ni suponga ningún inconveniente para tu salud ni la de tus seres queridos. Ni que decir tiene que, para retirar el fibrocemento con las debidas garantías, te verás obligado a contar con la ayuda de una empresa especializada, que deberá, a su vez, estar registrada en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) y conocer en todo momento a qué centro de gestión de residuos deberá entregar dicho material peligroso.
Una vez explicado cómo aislar un trabajo de uralita y descubiertas algunas de sus propiedades nocivas para el bienestar de quienes entran en contacto con él de una forma u otra, te toca a ti decidir qué es más conveniente para tu hogar y, por supuesto, tu economía.