Impermeabilización de depósitos de agua potable

La impermeabilización de depósitos de agua potable es una técnica constructiva que requiere un alto grado de especialización, debido a que de ella depende la buena calidad higiénico-sanitaria del agua que consumen las personas.

Dado que un depósito de agua potable tiene que almacenarla durante mucho tiempo en su interior, es necesario reparar cualquier fisura que permita la entrada de agentes contaminantes que puedan ser perjudiciales para la salud y también para evitar fugas del líquido depositado.

Los depósitos de agua suelen estar fabricados en hormigón o acero. Además, existen diferentes tipos de depósito según su ubicación, los hay enterrados o semienterrados y de superficie, que pueden estar a la altura del suelo o elevados sobre una torre.

Requisitos que debe cumplir una buena impermeabilización

Los tratamientos de impermeabilización se llevan a cabo mediante diferentes técnicas, como veremos a continuación. Cualquiera de las técnicas que se empleen deben cumplir una serie de requisitos mínimos exigibles que son:

El tratamiento debe ser resistente a la afloración de microorganismos y patógenos como el moho o el verdín. Aquí también se incluye la necesidad de evitar la floración de algas.

  • El producto empleado para la impermeabilización debe tener una óptima adherencia a la superficie, ya que es necesario que resista muchos años. Las labores de mantenimiento y reparación en los depósitos de agua potable deben ser las mínimas imprescindibles, ya que pueden afectar al suministro de agua potable, con las molestias que esto conlleva.
  • El tratamiento debe asegurar la estanqueidad del depósito en todo momento. En el depósito no puede entrar ni agua del exterior ni otros elementos como tierra o polvo, y, por supuesto, tampoco puede salir el agua que contiene por grietas o fisuras.
  • El tratamiento de impermeabilización tiene que ser flexible. En ocasiones se hace una aplicación general que afecta a todo el depósito (como la que se realiza en el momento de la construcción), pero en otros casos solo se interviene sobre una zona muy concreta, como una fisura o el sellado de una junta. Sea como sea, no existe un tratamiento estándar y se debe seleccionar la técnica y el material más adecuado a cada caso.

Cómo se reilza la impermeabilización de los depósitos de agua potable

 

Impermeabilización de depósitos de agua potable

Depósitos metálicos

Generalmente fabricados en chapa de acero galvanizado, cuando el depósito presenta signos de oxidación por el exterior, se debe vaciar por completo para su revisión y reparación, tanto interna como externa.

En primer lugar, se procederá al lijado de las zonas afectadas y al refuerzo de aquellas donde se considere necesario por el riesgo de perforación, seguido de una limpieza general del mismo.

A continuación, se deberá aplicar una imprimación bicapa anticorrosiva con brocha o pistola, para prevenir en la medida de lo posible, que vuelva a aparecer óxido.

Por último, se deberá impermeabilizar su interior mediante la aplicación de dos manos de revestimiento flexible a base de poliuretano alifático, apto para estar en contacto con agua potable, reforzado con fibra entre ambas capas en la zona de balsa.

Si su estado lo exigiese, se debería tratar del mismo modo por el exterior, donde se sustituiría la impermeabilización por dos manos de pintura al esmalte.

Depósitos de hormigón

La impermeabilización de los depósitos de hormigón requiere de otro tipo de técnicas para evitar la salida del agua. El hormigón es un material muy poroso, lo que implica que tiene una baja tasa de impermeabilidad, pero, a pesar de eso, se emplea mucho, especialmente en depósitos o cisternas de gran tamaño, gracias a su capacidad estructural para aguantar la presión del agua y a que es un material económico y con grandes cualidades constructivas.

Ese déficit de impermeabilidad del hormigón se suple con tratamientos específicos que cubren toda la superficie. Los más habituales son los morteros especiales que tienen una gran capacidad aislante, o el uso de membranas especiales, como las de FPO.

Actualmente, también hay hormigones que tienen una menor porosidad y que son más adecuados para el almacenamiento del agua. No obstante, siempre necesitarán un tratamiento de impermeabilización para garantizar su completa estanqueidad. Este tratamiento también deberá conseguir que el agua conserve su potabilidad y que no florezcan los microorganismos y bacterias que puedan corromperla.

Los tratamientos del hormigón serán diferentes según el destino del agua:

  • Cuando el depósito está destinado a otros fines, como el riego, antincendios o para determinados procesos industriales, el tratamiento impermeabilizante solo está destinado a evitar fugas de agua.
  • Cuando el depósito almacena agua potable, como es el caso que aquí estamos tratando, se utilizarán morteros con las características adecuadas para el mantenimiento de la calidad del agua, ya que está destinada al consumo humano.

Construir pensando en el agua es difícil y, en la mayoría de los casos, se necesitan profesionales muy especializados. Aquí estamos tratando con elementos constructivos que tienen que estar sometidos a grandes presiones internas porque almacenan miles de litros de agua. Además, se debe evitar que el agua salga y que nada entre en su interior. En otros casos, la necesidad es diferente, pero también estamos tratando solucionar un problema con el agua. Sería el caso de la impermeabilización de cubiertas, donde lo que pretendemos es que el agua no entre en el interior de un edificio.

La impermeabilización de depósitos de agua potable no es una labor sencilla. Necesita un estudio previo de la solución que hay que aplicar. Si tienes cualquier duda sobre la impermeabilización, contacta con nosotros y cuéntanos que necesitas.

 

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